... La Barcelona de la Barceloneta y su frente marítimo

Barcelona – Els Miraestels

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Hoy nos vamos a Barcelona y, para ser más concretos, a su puerto para adentrarnos en la zona del Maremagnum, la parte más transitada de este espacio de ocio habilitado para turistas y paseantes de este gran puerto del Mediterráneo. Nos fijaremos en unas esculturas marinas que se encuentran flotando en sus aguas y que observan el cielo. Hoy visitamos los Miraestels.

Un paseo por esta zona del puerto nos puede traer muchas sorpresas. Además del Maremagnum (una zona de ocio) también podemos contemplar el Monumento a Colón, el World Trade Center, la Torre del Reloj, el teleférico o, simplemente, las golondrinas que van y vienen cargadas de pasajeros. Es de este modo que el puerto tiene otros componentes y alicientes que lo enriquecen en gran medida.

Y hoy dedicaremos nuestro artículo a estas dos esculturas acuáticas instaladas a modo de boyas técnicas en el interior del puerto. En ellas una figura humana de 3,55 metros de altura y de color blanco, se encuentra situada sobre una plataforma semiesférica que hace de boya flotante. Se balancea sobre el mar al ritmo de las olas como si de un tentetieso se tratara.

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Y allí, sentados en uno de los bancos ubicados sobre la Rambla de Mar, la estructura que incorpora la pasarela que cruza hasta el Maremagnum, observamos el vaivén marino de estas esculturas. Golondrinas (barcos turísticos) transitan junto a ellas y el volar de diferentes tipos de gaviotas acaba por entretenernos en un paisaje marítimo singular, entretenido y lleno de distracciones diversas.

image1c3La belleza de estas obras de arte estriba en las circunstancias de su posición sobre el mar, en su color blanco que contrasta con todo el cromatismo acuático que la envuelve y en la posición que adopta la figura, con sus dos piernas separadas y sus dos brazos pegados a la espalda. Una de ellas presenta una estrella en sus manos. Pero lo que le denota ese estado animoso es su cabeza alta y erguida, toda ella observando con sumo interés el cielo.

Este detalle de observador celeste es el que le confiere el nombre de “miraestrellas” o miraestels (en catalán). Además, para los más observadores podréis ver en su cara dos clavos (finos como alfileres) que evitan que las gaviotas se posen en su faz.

Y es que la inspiración del pintor y escultor Rober Llimós, el autor de la obra, le proviene del poema El Saltamartí de Joan Brossa. Y es que un “saltamartí” en catalán es, precisamente, un tentempié. Es toda una simbiosis compositiva entre el arte escultórico y la cultura literaria.

Desde estas líneas os animamos a que lo descubráis. Esperamos que lo disfrutéis, al menos, tanto como nosotros. Ya nos contaréis.

Nos vemos en un próximo rincón. Un saludo desde estas líneas.

Localización:

Nota: Todas las fotos que ilustran este reportaje fueron realizadas por mí en diversas fechas.  

12 respuestas »

  1. Hola Joan. Ya son unos añitos que vivimos fuera y cada vez que volvemos a Barcelona vemos mil cosas que han cambiado. Los miraestels no los habíamos visto nunca la verdad y mira que nos encantaba pasear por esta zona.
    Un saludo!

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    • Barcelona es una ciudad en continua transformación en la que su esencia cultural cada vez es más alta y atractiva. Y sobre todo a la que se muestra al aire libre, como es este caso. Un paseo por el puerto nos trae agradables sorpresas en muchos sentidos. Espero que los disfrutéis la próxima vez que volváis. Un saludo.

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    • Hola Sarah. Se encuentran entre el Maremagnum, el World Trade Center y el punto desde donde se embarca en las Golondrinas. Para poderlos contemplar todavía mejor hay unos bancos junto al puente para cruzar al Maremagnum desde donde las vistas son privilegiadas. Además, podrás disfrutar del ir y venir de las embarcaciones que pasan a su alrededor. Un saludo.

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