... LA BARCELONA DE LA RAMBLA Y EL BARRIO GÓTICO

El puente de la calle del obispo

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Hoy nos vamos a Barcelona para visitar una de las construcciones más fotografiadas del barrio gótico de esta ciudad. Se trata de un puente que une la Casa dels Canonges (Casa de los Canónigos) con el Palacio de la Generalitat y que se ha convertido en la actualidad en uno de los iconos arquitectónicos que presenta esta urbe. Hoy visitamos el puente de la calle del Obispo.

Barcelona es y será una ciudad llena de sorpresas. Y es que su turístico barrio gótico no es gótico. Sólo unos pocos elementos lo son realmente en lo que, para algunos, es el gran engaño arquitectónico de principios del siglo XX. Y es que para olvidar la decadencia que presentaba este barrio (y esta ciudad) se apostó por lo medieval. Se trasladaron edificios góticos a este lugar y se aprovecharon diferentes ornamentos existentes en edificios demolidos por la apertura (en aquel momento) de la Vía Layetana para instalarlos en otros ya existentes que nada tienen que ver con el gótico. También se hicieron nuevas construcciones siguiendo este estilo arquitectónico en este barrio en lo que llegó a ser considerado una especie de parque temático del gótico en medio de la ciudad en vez de un barrio medieval construido en tiempos del gótico.

Hoy nos paramos a contemplar este singular puente que forma parte de esas nuevas construcciones. Se encuentra en la calle del obispo (carrer del bisbe), calle que toma su nombre de uno de los religiosos asesinados durante la guerra civil española en esta ciudad, Manuel Irurita. Esta calle, actualmente peatonal igual que el barrio gótico, era la arteria principal de esta ciudad durante la época romana. Y sigue siendo lugar de gran afluencia para conectar las dos plazas situadas a ambos extremos de la misma: el acceso lo podemos realizar a través de la Avenida de la Catedral, dejando a nuestra izquierda los restos de los dos acueductos que proveían de agua a la ciudad en época romana, o por la Plaza de Sant Jaume, auténtico distribuidor del tránsito peatonal en esta zona de la ciudad condal y corazón de la Barcelona más turística.

El puente fue diseñado y construido en 1928 por el arquitecto Joan Rubió i Bellver, quien era discípulo de Antoni Gaudí, en lo que convergía en un gran proyecto para dotar a este barrio de una singularidad gótica falsa, con tal de engrandecer y realzar el patrimonio arquitectónico de esta ciudad frente a otras europeas con quienes se rivalizaba en prestigio. El gran proyecto diseñado no se llegó a realizar aunque se permitió erigir esta estructura.

Transitando por la calle nos cruzamos con infinidad de peatones. Los turistas y viajeros suelen hacerle la fotografía de rigor, pero pocos de ellos conocen la verdadera historia de esta construcción. De hecho, y debido a ese estilo gótico-flamígero con el que fue ornamentado, muchos creen que el puente es medieval y, por tanto, auténtico. Destaca su ornamentación con motivos vegetales así como su tracería ondulada en los vanos y diferentes gárgolas que le dan un aspecto medieval:

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El puente, además de ser de gran belleza, esconde un enigma que todavía hoy no ha sido resuelto: qué hace esculpida una calavera atravesada por una daga en su bóveda inferior. Muchas leyendas se han construido para dar explicación a este hecho. Pero la que más está aceptada es aquella que dice que con esta figura simbólica el arquitecto quiso mostrar públicamente su enfado con las autoridades municipales por haber traicionado su plan de rehabilitación del barrio con elementos góticos.

También de ahí surgen leyendas urbanas asociadas a esa calavera, como la que indica que si cruzas el puente de espaldas y mirando la calavera se te concederá un deseo, o que, si quitas la daga de la calavera, Barcelona se derrumbará sobre sus cimientos. Por si acaso, ya hemos pedido el deseo (¡quién sabe!) y no osamos quitar la daga (¡por lo que pueda suceder!).

Una de las funcionalidades que tuvo este puente fue la de servir de acceso entre la Casa dels Canonges y el Palau de la Generalitat a varios presidentes de la Generalitat, ya que la Casa dels Canonges fue la residencia oficial de los presidentes de la Generalitat, Francesc Macià, Lluís Companys y Josep Tarradellas.

Junto al puente podemos disfrutar, también, de la fachada gótica (ésta sí que es auténtica) del Palau de la Generalitat con la figura de Sant Jordi, el dragón y la peculiar representación de la princesa salvada en forma de gárgola. Todo un conjunto de gran belleza ornamental.

Desde estas líneas os animamos a que lo descubráis. Esperamos que lo disfrutéis, al menos, tanto como nosotros.

Nos vemos en un próximo rincón. Un saludo desde estas líneas.

Localización:

Nota: Todas las fotos que ilustran este reportaje fueron realizadas por mí en octubre de 2016.  

©Joan Oliveras. Todos los derechos reservados.

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