Hoy nos vamos a descubrir una boca de metro del París más bucólico diseñada bajo las normas del Art Nouveau de la mano de uno de sus principales arquitectos, Hector Guimard, que marcó con carácter propio una época llena de progresos arquitectónicos. Se trata de la marquesina situada en la boca de metro de la estación de Abbesses.

Para los no iniciados y a modo de rápido resumen, el Art Nouveau fue un estilo arquitectónico que se dio a conocer durante la exposición internacional de París de 1900 y que utilizaba soluciones naturales para realzar los espacios y las construcciones realizadas, ya fuera en edificios o en diverso mobiliario urbano. Uno de sus principales artífices fue el arquitecto Hector Guimard, que es quien realiza la marquesina de esta estación del suburbano que hoy articulamos. Este estilo estuvo vigente entre los años 1893 y 1914. A partir de este año esta forma de entender la arquitectura urbana se truncó con el inicio de la primera guerra mundial (siendo Francia una de las potencias implicadas) perdiéndose todo el interés creativo al involucrarse todo el esfuerzo social e industrial en pos de la guerra. Pero esta forma de concebir estas estructuras rompedoras, lejos de perderse en el tiempo, se mantiene patente a lo largo de los años hasta la actualidad.

Esta estación se sitúa en un buen emplazamiento que sirve de entrada al barrio parisino de Montmartre, que por cierto, es un lugar que recomendamos visitar por su riqueza visual, cultural y artística. Vista desde el exterior, la marquesina se alza maravillosa en el centro de la plaza del mismo nombre y junto a un tiovivo que hace las alegrías de los niños que se montan en él.

Su estructura basada en formas vegetales y florales se alza desde el suelo en columnas que asemejan troncos y enramando la construcción en su parte superior en conexiones con bellas formas vegetales. En sus laterales, figura la balaustrada que se encuentra conformada por diversos medallones con formas de hojas, emulando el sotobosque. Sobre el conjunto, su techo acristalado con forma de abanico provee de luz y luminosidad el interior de la boca de entrada de esta estación, enriqueciendo con un estilo propio y sensual todo el conjunto.

La estructura de hierro pintado de color verde y adaptada a la necesidad de la estación la hace convertirse en característica del suburbano de la ciudad de la luz. Su relación entre naturaleza y modernidad toma una forma muy definida que, con el paso del tiempo, se ha convertido en auténtico icono de esta ciudad. De hecho, en su época de construcción este estilo se llegó a conocer como Style metro, ya que se mantuvo usual en la construcción de la mayoría de accesos al suburbano.

Si uno visita su interior se encontrará con que esta estación es la más profunda de las estaciones de metro de París, además de encontrarse con una escalera de caracol cuyas paredes se encuentran repletas de imágenes de este hermoso barrio parisino en el que se encuentra ubicada. La estación luce remodelación desde 2007 y pertenece a la línea 12.

Para desgracia nuestra, la estructura no se divisa en su total perspectiva pues nos encontramos con un pequeño mercado de artesanos emplazado en la misma plaza y que nos limita la configuración visual del entorno. Además, unas vallas de protección se encuentran situadas en un lateral de la balaustrada con lo que perdemos un poco la visión del conjunto. Pero, cuando nos dedicamos a caminar y a buscar rincones por las ciudades, a veces no encontramos las cosas como nosotros quisiéramos que estuvieran aunque para nosotros ha sido una experiencia muy enriquecedora el descubrimiento de este lugar. Así que, esperamos que lo disfrutéis, al menos, tanto como nosotros.

Nos vemos en un próximo rincón. Un saludo desde estas líneas.

Localización: