
Hace tres meses, un 3 de enero de 2020, estábamos iniciando la planificación del viaje para esta Semana Santa cuya operación salida se inicia hoy, precisamente. Con todo el problema sobrevenido del coronavirus se nos ha ido al traste todo nuestro proyecto. Así que, esta semana santa, aprovecharemos nuestro confinamiento para seguir preparando nuevos proyectos a diferentes destinos de los que os proporcionaremos buena cuenta en meses venideros.
Mientras tanto hoy nos trasladaremos nuevamente al British Museum para observar y descubrir con detalle la descomunal cúpula de vidrio y acero que cubre su atrio central que posibilita la existencia de un gran espacio diáfano en su interior iluminado con luz natural. Con esta instalación se logra cubrir y crear un gran vestíbulo, anteriormente inaccesible para el público, por el que se ganan 6.700 metros cuadrados de espacio. Este espacio generado se usa como distribuidor de las diferentes salas y dependencias del museo además de albergar espacios comunes como áreas de descanso, de transición, de tiendas o de refrigerio para los visitantes.
Este prodigio de la ingeniería civil inaugurado el 6 de diciembre de 2000 se debe al equipo de Norman Foster, un arquitecto que sorprende por sus bellas soluciones aplicadas haciendo de la arquitectura toda una fuente de innovación en los campos de la ingeniería y la tecnología. En este caso unir la fachada clásica del museo con el tambor central que ocupa la Sala de lectura no era empeño sencillo, pues combinaba la unión entre un espacio rectangular formado por el perímetro del patio interior del museo y la fachada circular central que alberga la Sala de Lectura.
Para eso distribuyó a lo largo de las fachadas 20 columnas, que se encuentran mimetizadas, sobre las que descansa la enorme cubierta que tiene un peso de 420 toneladas. Para su diseño aplicó un innovador sistema informático mediante el cual se conseguía crear una peculiar malla radial formada de acero donde se incorporaban 3.312 paneles de cristal entre los dos edificios facilitando así su transición entre ambos.
Si os fijáis, la cúpula que genera posee una apariencia similar a la del interior de una concha, que es la figura usada como referencia para el estudio preliminar del proyecto llevado a cabo.
Y aún hay más. Si todo esto no fuera suficiente, el arquitecto también tuvo en cuenta la altura de esta cubierta ya que no supera la del propio edificio original por lo que no es visible desde el exterior y, por tanto, no rompe su estructura clásica dentro del entorno urbano en el que se aloja el museo. Todo un alarde de simbiosis entre dos estilos arquitectónicos diferentes pero complementarios.
Mientras tanto, seguimos confinados a la espera de buenas nuevas sobre la erradicación del Covid-19.
Desde estas líneas procedemos a dar muchos ánimos a todos los afectados esperando que os sea lo más leve posible.
Del mismo modo desde estas páginas mostramos también toda nuestra solidaridad hacia todos los efectivos sanitarios y farmacéuticos, a los componentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y demás profesionales de diversa índole que con su inestimable esfuerzo solidario hacen posible avanzar valientemente hacia la erradicación de esta terrible plaga del siglo XXI.
No obstante, desde estas líneas os animamos a que descubráis más sobre el British Museum. A nosotros nos encanta. Esperamos que la disfrutéis, al menos, tanto como nosotros y en un futuro lo más próximo posible, si no lo habéis hecho ya.
Nos vemos en un próximo rincón. Un saludo desde estas líneas.
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Todas las fotos que ilustran este reportaje fueron realizadas por mí en octubre de 2019.
PD.: Como blog viajero y, en cierto modo también comunicativo, me limito a realizar una labor de divulgación de aquellos aspectos que me parecen atractivos en este mundo que me rodea. A través de los artículos publicados, en donde expreso mis inquietudes y reflexiones, pretendo aportar una experiencia que pueda ser válida para quienes puedan seguirme e interesarse por alguna de las temáticas aquí planteadas. Os agradezco vuestros comentarios pues así podremos compartir conocimientos y enriquecernos mutuamente lo cual redundará en un beneficio para todos los lectores.
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