Leyendo los partes de guerra del día de hoy con respecto a los de ayer, la situación es aún más crítica. Para eso, hoy más que nunca, hay que poner tesón, sostén y confianza en todos y cada uno de los cimientos que se han construido para frenar, aguantar y vencer a la furia desbocada de la pandemia del Covid-19.
Y para poner sostén, qué mejor que dedicar este artículo de hoy a todos aquellos amantes del modernismo en todas y cada una de sus facetas. Para eso traeremos a estas líneas un elemento arquitectónico de este estilo con una función meramente ornamental realizada por el arquitecto gerundés Rafael Masó i Valentí quien, a la postre, acabaría formando parte del grupo de precursores constructores del novecentismo.
Se trata de una columna ubicada frente al número 37 del Carrer Ample (la calle Ancha) de la población de Canet de Mar, en la provincia de Barcelona y que por su situación pasa un tanto desapercibida del devenir diario de paseantes o viajeros.
Además de destacar por su altura de 5 metros también lo hace por su singular fuste formado por ocho piezas superpuestas que poseen un grabado helicoidal que se eleva hasta alcanzar el capitel. La pieza se encuentra colocada encima de un pedestal de hormigón que aún la hace más llamativa. Además del hormigón que conforma su interior, se usó en su exterior cerámica cocida negra que le aporta ese particular color oscuro a la pieza.
Una inscripción en la base de la peana que la sustenta indica que es un homenaje del pueblo de Canet de Mar al arquitecto que la construyó por su vinculación con el municipio. Cabe indicar que en esta población del Maresme realizó el edificio de la Cooperativa agrícola La Canetenca y diversos elementos de mobiliario urbano.
Mientras tanto, seguimos confinados a la espera de buenas nuevas sobre la erradicación del Covid-19.
Desde estas líneas procedemos a dar muchos ánimos a todos los afectados esperando que os sea lo más leve posible.
Del mismo modo desde estas páginas mostramos también toda nuestra solidaridad hacia todos los efectivos sanitarios y farmacéuticos, a los componentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y demás profesionales de diversa índole que con su inestimable esfuerzo solidario hacen posible avanzar valientemente hacia la erradicación de esta terrible plaga del siglo XXI.
No obstante, desde estas líneas os animamos a que descubráis más sobre la arquitectura ornamental. A nosotros nos encanta. Esperamos que la disfrutéis, al menos, tanto como nosotros y en un futuro lo más próximo posible, si no lo habéis hecho ya.
Nos vemos en un próximo rincón. Un saludo desde estas líneas.
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Todas las fotos que ilustran este reportaje fueron realizadas por mí en julio de 2018.
PD.: Como blog viajero y, en cierto modo también comunicativo, me limito a realizar una labor de divulgación de aquellos aspectos que me parecen atractivos en este mundo que me rodea. A través de los artículos publicados, en donde expreso mis inquietudes y reflexiones, pretendo aportar una experiencia que pueda ser válida para quienes puedan seguirme e interesarse por alguna de las temáticas aquí planteadas. Os agradezco vuestros comentarios pues así podremos compartir conocimientos y enriquecernos mutuamente lo cual redundará en un beneficio para todos los lectores.
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