Artes

Covid-19 Diario de un confinamiento. Día 14. Niño con delfín

Otro día de cautiverio. Dos semanas encerrados. Y continuamos recluidos en nuestra casa. Hoy ha sido otro infausto día de recuento de víctimas. El peor hasta el momento. Los hospitales superados y los profesionales sanitarios, exhaustos, siguen al pie del cañón librando una ardua batalla para aminorar los estragos que esta maldita y maligna pandemia está causando.

Por eso hoy os hacemos sabedores de nuestra tristeza ante estos acontecimientos que ya superan todas nuestras expectativas. Y las noticias todavía distan mucho de halagüeñas.

Nuestra historia de hoy la situamos en el barrio londinense de Chelsea, junto al río Támesis. Allí, frente a uno de esos puentes que tienen una historia propia nada común como es el Albert bridge, se erige una formidable escultura, inaugurada en 1974, que tiene como protagonistas a un niño y a un delfín.

Su escultor, David Wynne, la realizó para simbolizar la amistad, la cooperación, el afecto, el cariño y la confianza que se establecen entre dos seres diferentes. 

En estos momentos en que nos sentimos apesadumbrados por los acontecimientos del Covid-19, qué mejor imagen que ésta para enraizarnos en nuestros orígenes y darnos cuenta que lo único que nos hará fuertes ante el mal será la confianza depositada por cada uno de nosotros ante la globalidad del hecho en sí, aprovechando esas enormes ganas de colaboración que impregnan nuestros genes y para las que estamos plenamente capacitados de desarrollar solidariamente con tal de lograr, no solo el hecho de vencer al virus malicioso sino también de lograr alcanzar superiores empresas que nos propongamos.

Nuestros protagonistas alzan el vuelo en una posición grácil y equilibrada que nos transmite amplias sensaciones de libertad. Conseguir esa libertad de la que en la actualidad no disfrutamos es para lo que tenemos que luchar. Cualquier medio es bueno con tal de conseguirlo. Y en eso estamos.

El escultor se enclaustró en el Trinity College (ubicado en Cambridge) para estudiar el comportamiento de los delfines dentro del agua, su morfología y su anatomía. El grado de implicación del artista con su obra fue enorme y el resultado así lo demuestra.

La escultura realizada en bronce presume de ser atemporal, de poseer unas bellas dimensiones y de configurar un marcado equilibrio visual en el que destaca la gracilidad y la harmonía de la composición de ambos elementos que, desafiantes a la gravedad, ejecutan un vuelo mágico que no pasa desapercibido al viajero que los observa junto al pedestal que los soporta.

Por desgracia, la tristeza de la historia recae en el protagonista humano de la escena. Cuando hizo de modelo solo contaba con 11 años de edad. Su nombre no ha permanecido en el anonimato gracias a esta obra de arte. Se llamaba Roland David Amadeus y se suicidó en 1999, a la temprana edad de 35 años. Descanse en paz.

Triste final para una vida. Y para una historia.

Mientras tanto, seguimos confinados a la espera de buenas nuevas sobre la erradicación del Covid-19.

Desde estas líneas procedemos a dar muchos ánimos a todos los afectados esperando que os sea lo más leve posible. 

Del mismo modo desde estas páginas mostramos también toda nuestra solidaridad hacia todos los efectivos sanitarios y farmacéuticos, a los componentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y demás profesionales de diversa índole que con su inestimable esfuerzo solidario hacen posible avanzar valientemente hacia la erradicación de esta terrible plaga del siglo XXI.

No obstante, desde estas líneas os animamos a que descubráis más sobre la escultura urbana. A nosotros nos encanta. Esperamos que la disfrutéis, al menos, tanto como nosotros y en un futuro lo más próximo posible, si no lo habéis hecho ya.

Nos vemos en un próximo rincón. Un saludo desde estas líneas. 

Localización:

Todas las fotos que ilustran este reportaje fueron realizadas por mí en octubre de 2018.

PD.: Como blog viajero y, en cierto modo también comunicativo, me limito a realizar una labor de divulgación de aquellos aspectos que me parecen atractivos en este mundo que me rodea. A través de los artículos publicados, en donde expreso mis inquietudes y reflexiones, pretendo aportar una experiencia que pueda ser válida para quienes puedan seguirme e interesarse por alguna de las temáticas aquí planteadas. Os agradezco vuestros comentarios pues así podremos compartir conocimientos y enriquecernos mutuamente lo cual redundará en un beneficio para todos los lectores. 

©Joan Oliveras. Todos los derechos reservados.

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