BODEGÓN

Quarter dollar Connecticut 1999

Reverso de la moneda.

Con esta entrada de hoy iniciamos una nueva serie de artículos dedicados a la numismática. Y lo hacemos aprovechando aquellas monedas que nos han sobrado de nuestros viajes por diferentes territorios.

Seguro que a todos nos han aparecido monedas en nuestros bolsillos o monederos después de regresar de cualquier viaje al extranjero. Son pequeños objetos que pasan a engrosar nuestros recuerdos junto a las experiencias vividas. Es hora de rescatarlos de aquella vieja caja de hojalata en la que se han ido acumulando viaje tras viaje. De esa forma descubriremos la imagen que el propio país exporta representada por sus monumentos, su naturaleza o sus gobernantes.

La moneda escogida es el cuarto de dólar de Connecticut de 1999. Cabe tener en cuenta que los veinticinco centavos es la moneda más utilizada en Estados Unidos de América, ya que se suele llevar moneda de poco importe pues existen billetes en papel desde un dólar que son más usados que la propia moneda de igual valor nominal para realizar las pequeñas transacciones del día a día.

Esta pequeña pieza forma parte de una serie conmemorativa de cincuenta monedas denominada “50 state quarter program” (programa de los cuartos de cincuenta estados) en la que cada territorio de la nación estadounidense está representada por medio de una moneda.

El gobierno de Bill Clinton fue quien promovió a finales de 1997 su lanzamiento con una finalidad divulgativa y de aportación de un conocimiento identitario a los propios estadounidenses, además de mostrarles su geografía, su historia y su diversidad a través de esas 50 alegorías representativas de cada uno de los estados.

Para ello fomentó a nivel estatal la realización de los diferentes diseños del reverso. Para el anverso se mantuvo una única imagen para todo el programa. Hubo estados en que la participación popular fue inmensa, lo que llevó al éxito de la emisión en ámbitos que no sólo afectaban al coleccionismo.

La serie abarcó 10 años siendo emitida desde 1999 hasta 2008 cambiando su reverso 5 veces al año en el orden histórico en el que cada uno de los estados había aprobado la Constitución y se anexionaba a los Estados Unidos. El programa se inició con el estado de Delaware y finalizó con el de Hawai. Pero una vez finalizado se amplió con una nueva serie que incluia otros territorios bajo control gubernamental aunque no lo fueran de pleno derecho. Llevaba por título “The District of Columbia and United States Territories Quarter Program” (el Programa de cuartos del Distrito de Columbia y los territorios de Estados Unidos).

Nuestra moneda pertenece al primer año de tirada, siendo el quinto estado en aparecer.

Reverso:

En el reverso figura representado el conocido como Roble de la Constitución (Charter Oak). Según cuenta la leyenda, en el transcurso de una reunión celebrada en la taberna de Sanford la noche del 31 de octubre de 1687 entre los líderes del estado recién formado de Connecticut (entre quienes se encontraba el capitán Joseph Wadsworth) con los agentes enviados por el rey británico, James II, para aplacar la independencia del territorio y serles entregados los documentos constitucionales hubo un momento de descuido en el que se apagaron las luces de los candelabros quedando la habitación a oscuras. Al volver a encenderlas, el capitán se había esfumado aprovechando la confusión creada junto con la Constitución. El libro lo escondió en el hueco de un viejo roble en una propiedad de Hartford. De esta forma se evitaba el sometimiento y la usurpación de los derechos coloniales de este estado por parte de quien fuera la madre patria británica.

Desde entonces a este árbol se le conoce como el Roble Constitucional (The Charter Oak) y se convierte en figura iconográfica del estado.

Aparece en la parte superior el nombre del estado de Connecticut y el año de su incorporación a la Unión, 1788 (aunque no figura inscrito, el día concreto fue el 9 de enero).

En la parte inferior se indica el año de acuñación (1999) junto con las palabras latinas E Pluribus Unum (de muchos, uno), haciendo referencia a la unión de las trece colonias británicas para crear el país (fijaos que no es casualidad que también las letras latinas sumen trece letras).

Su diseño corrió a cargo de T. James Ferrell, cuyas diminutas iniciales aparecen grabadas justo debajo del murete.

Anverso:

Anverso de la moneda.

Su anverso es común en todas las monedas de la serie y bajo el nombre del país, United States of America, aparece la efigie de George Washington, uno de los padres fundadores y el primer presidente de la nación norteamericana.

A ambos lados de la imagen aparecen la palabra Liberty (Libertad) y el lema “In God we trust” (en Dios confiamos), lema nacional de los Estados Unidos que nació durante su guerra de Secesión en la que se mezclaba nacionalismo y religiosidad.

Tambien aparece escrito su valor nominal, Quarter dollar (cuarto de dólar o veinticinco centavos de dólar).

También podéis observar una P en su parte derecha que se corresponde con la ceca de Philadelphia (Filadelfia), el lugar donde fue acuñada. De esta misma moneda existen otras tres versiones dependiendo de la casa de la moneda en la que se acuñaron: la realizada en Denver (D) y dos más realizadas en San Francisco (S), una de ellas con la misma aleación pero un mejor acabado para los coleccionistas y otra realizada íntegramente en plata, también para colección.

La cantidad de monedas fabricadas para cada estado fue diferente. Para éste en concreto se acuñaron 1.346.624 monedas.

Los coleccionistas sabrán que la serie es económica y relativamente fácil de conseguir ya que se hizo tan popular que hubo muchos estadounidenses que se aficionaron a la numismática con la adquisición de las diferentes monedas.

Para acabar este artículo, tan solo añadir unos datos técnicos. Su composición posee un 91, 67 % de cobre y un 8,33 de níquel, siendo su peso de 5,67 gramos y su diámetro de 24,26 milímetros.

Desde estas líneas os animamos a que la descubráis. Quizás también la tengáis entre vuestros recuerdos viajeros.

Nos vemos en un próximo rincón. Un saludo desde estas líneas.

Nota: Todas las fotos que ilustran este reportaje fueron realizadas por mí.  

©Joan Oliveras. Todos los derechos reservados.

 

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