Callejeando

Miradas indiscretas

Acabo de recibir un mensaje en mi teléfono móvil indicándome que haga una valoración sobre un local en el que estuve el día de ayer. Del mismo modo, al ir a consultar una información a través de Internet, me aparecen en los laterales de la pantalla diversos anuncios de productos por los que he mostrado algún tipo de interés durante este último mes.

La calle está plagada de miradas indiscretas y furtivas.

En la actual sociedad de la que formamos parte estamos controlados por un ente superior quien conoce mejor que nosotros nuestros pasos y que puede, incluso, adelantarse a nuestros propósitos.

Cámaras situadas en edificios y calles, dispositivos móviles que se trasladan con nosotros, rutinas e improntas dejadas en redes sociales son indicativas de nuestro carácter y nuestra forma de actuar.

Con nuestras realidades, mostradas de forma inconsciente, procedemos a suministrar ingentes chorros de información a este ente superior que organizados y tratados debidamente mediante complejos algoritmos son utilizados para beneficio de desconocidos.

Esta sociedad cada vez más globalizada nos convierte en seres más débiles.

No obstante, hay que aprender a convivir con esta realidad y a sacarle rendimiento.

Desde estas páginas aprovecho para desearos un feliz año 2018.

Nos vemos el próximo año.

Un saludo.

——-

© Joan Oliveras. Todos los derechos reservados.

1 respuesta »

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.