Fuego, luz, color, ruido y olor son cinco aspectos que destacan en los «correfocs» (traducido literalmente como «correfuegos»), una tradición típica de Catalunya. Es una manifestación callejera (normalmente nocturna) en la que una «colla de diables» (pandilla de diablos) baila, danza y salta en medio del fuego producido por ellos mismos mediante fuegos de artificio y pirotecnia. Las chispas, el olor a pólvora y el ruido ensordecedor de petardos y bengalas crean un escenario dantesco bajo el que se cobijan los más atrevidos.
Ni que decir tiene que las pequeñas quemaduras están a la orden del día aun cuando las medidas de protección parecen evidentes. Pero, muchas veces, valientes o inconscientes, se introducen dentro del círculo de fuego «con lo puesto».
En la imagen el diablo queda escondido detrás de los dos sujetos que aparecen en el centro de la imagen mientras las chispas de la bengala que porta crean un paraguas de fuego alrededor de ellos. La fiesta está servida.
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© Joan Oliveras. Todos los derechos reservados.
Debe ser toda una experiencia pode estar inmerso en esa celebración. Todo lo que alimenta al pueblo en sus costumbres hay que potenciarlo cada ve más. Gracias por ese paraguas.
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Para entenderla hay que vivirla. Son de esas tradiciones que deben perdurarse en el tiempo y que mantienen viva la cultura de un territorio. Un saludo.
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Muy buen post, contenido e imagen
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Gracias, Juan. Todo un detalle por tu parte. Un saludo.
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