BODEGÓN

Fieles compañeras

Aquí estáis, rendidas.

Después de tantos caminos recorridos, habéis reventado. El itinerario se ha hecho duro de verdad. Mis pies, aún dolidos, os están agradecidos. Mis ampollas hace tiempo que ya secaron.

Este último tramo de trayecto ha sido malévolo. Esfuerzo y dureza en demasiada justa medida han dado al traste con mis ilusiones. También con vuestras esperanzas de acabarlo.

Pero una fuerza interior me indica que hay que continuar. No hay tiempo para apenarse.

Me levanto.

Busco apresuradamente nuevo calzado para equiparme, con nuevas ampollas por venir y nuevas aventuras por descubrir.

Hasta siempre, fieles compañeras. Siempre estaréis en mis recuerdos.

——-

© Joan Oliveras. Todos los derechos reservados.

 

6 respuestas »

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.