Todo el mundo miente (everybody lies), es el lema del doctor House, interpretado por un acertado Hugh Laurie en la serie de televisión de homónimo nombre.

Este médico es un personaje único que lidera el departamento de diagnosis de un gran hospital de Nueva Jersey en el que, paradójicamente, una enfermedad mal diagnosticada le produjo tener una importante cojera. Su adicción a las drogas así como una relación de malos hábitos y su marcado carácter asocial le han prodigado una suerte de situaciones de las que la serie saca buen partido para reflejar las interioridades de un personaje atormentado, capítulo tras capítulo y temporada tras temporada.

La idea de la serie surgió en la confianza de emular la vida paralela de un personaje literario muy conocido: el doctor Sherlock Holmes que, con caracteres similares y a través de un modo de investigación muy personal y esquivo, llega a alcanza solución a la complejidad del problema a resolver. Ambos seres llegan a rodearse de un equipo de personas muy preparadas pero que no pueden llegar al entendimiento con ellas.

Y heme aquí, que paseando por mi pueblo, me he encontrado con este grafiti, sobre un muro, en la calle Tortosa frente al número 56. Aprovechando su espacio sobre la pared, su cara acompañada de esa profunda mirada no ha sido sobreimpresionada por otros grafiteros. Es señal de respeto. Me sitúo justo enfrente de él. Su fría mirada no deja indiferente.

Es un ser que en lo personal es denostado por sus compañeros de hospital, pero que en su ámbito profesional, su forma de proceder y actuar ante la gravedad y complejidad de la enfermedad, su sexto sentido para acertar y poner en claro el diagnóstico y su claridad surrealista e irónica lo convierten en un ser extraordinario y plenamente respetado por sus colegas.

Quizás, fruto de ese respeto y de ese amor, sea el rastro de carmín que resalta en su mejilla.

Desde estas líneas os animamos a que lo descubráis. Esperamos que lo disfrutéis, al menos, tanto como nosotros.

Nos vemos en un próximo rincón. Un saludo desde estas líneas.

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Nota: Todas las fotos que ilustran este reportaje fueron realizadas por mí.

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