Callejeando

Gesina

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Caminar por el paseo fluvial de Castelnadaury, una bella localidad francesa del Departamento del Aude, es una experiencia muy excitante. Contemplar los barcos-vivienda amarrados y observar el modo de vida que eligen tener las personas que los habitan es cautivador. Mirar a través de las ventanas y ver cómo en tan poco espacio pueden disponer de unas comodidades propias de grandes viviendas nos apasiona. Además, estar en disposición de desplazarse a cualquier rincón del Canal du Midi tiene que ser una experiencia muy reconfortante y relajante.

Y si añadimos que la cordialidad y la buena disposición están presentes en cada uno de sus moradores, hacen de esta forma de vida un lujo a nuestros ojos.

 ©Joan Oliveras. Todos los derechos reservados.

7 respuestas »

  1. En Amsterdam tuve la ocasión de visitar una de estas casas flotantes a modo de museo, y realmente aluciné de lo completas acogedoras que pueden llegar a ser. Incluso disponía de jardín y todo.

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    • Gracias por el comentario. Yo también las he visto en el Sena, en París. Cada una está adornada a conciencia por cada dueño y realmente destilan mucha esencia del carácter de las personas que las habitan ya que al fin y al cabo son sus casas. Aunque hay variabilidad, en función del espacio exterior, acostumbran a disponer de pequeñas jardineras con plantas aromáticas. Vamos, una verdadera delicia. Un saludo.

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