Hoy nos vamos a un espacio recuperado por entidades vecinales en el interior de la ciudad de Barcelona. En este lugar se encontraba una fábrica textil fundada en 1847 que llegó a convertirse en la primera industria algodonera de España. Actualmente este espacio posee una nueva urbanización con unos nuevos usos y unos nuevos servicios, pero manteniendo el recuerdo del nombre de aquella industria ya desaparecida. Hoy visitamos el Parque de la España Industrial.
Lo primero que nos llama la atención es la enorme escultura de un dragón de varias cabezas y alas desplegadas saliendo del gran estanque. Un enorme ser, obra del escultor Andrés Nagel, de 32 metros de longitud y 12 metros de altura que hace las delicias de los más pequeños (y de los no tan pequeños), al contener dos enormes toboganes, uno de ellos en el interior de su cuerpo que recorre su tronco y su magnífica cola, y otro en una de sus dos fauces. En la otra boca, subimos por unas escaleras que nos engullen hasta el interior de su garganta donde a través de otra escalera exterior llegamos al punto más alto de la cabeza, lugar desde el que se observa una imagen estupenda del parque y desde el que la bestia nos invita a dejarnos deslizar por cualquiera de sus dos toboganes.
En estos momentos un grupo de skaters se encuentra practicando skating bajo la sombra proyectada por el dragón con la esperanza que éste no despierte de su sueño. Y es que este rincón de la ciudad así como la otra plaza aledaña a la estación de ferrocarril de Sants son un referente para practicar este deporte urbano por los adolescentes del barrio.
En este plano podemos observar la distribución del espacio así como el lugar donde se encuentran cada uno de los rincones que descubriremos en nuestro caminar por este artículo. Comenzamos, pues, la visita desde la parte inferior del dibujo. Desde este lugar nos adentramos en el parque pudiendo apreciar una bella sintonía paisajística y arquitectónica. Su belleza es singular. Una gran gradería circunvala en gran medida el estanque y una zona de césped se convierte en lugar ideal para hacer picnic o sentarse a disfrutar de una buena lectura. diferentes especies de árboles mediterráneos y varias esculturas (algunas con su propia historia) acaban por conformar un espacio lúdico muy agradable para descansar y disfrutar. Y eso no es extraño pues es proclive a ser visitado por parejas de enamorados y por viajeros que esperan la salida de sus trenes en la cercana estación de ferrocarril de Sants, uno de los principales puntos de entrada y salida de la Ciudad Condal con diferentes conexiones nacionales e internacionales.
Además, el parque en su interior también alberga unas instalaciones deportivas. Las graderías, que llegan hasta los pies del estanque, a modo de palco lucen aún más en la zona donde se encuentran las 9 torres faro que acaban por enmarcar de un halo fantástico todo este conjunto.
Como ya adelantábamos en la introducción, este lugar era ocupado por una antigua fábrica textil. De aquellos terrenos iniciales, una parte se aprovecharon para crear viviendas y la otra para conformar el parque actual. Fue inaugurado en 1985 y realizado por el arquitecto Luis Peña Ganchegui. Dos años después se colocó la estatua del dragón.
Con la llegada de la olimpiada a Barcelona, en 1992, este espacio recibió un nuevo impulso pues se construyó un pabellón deportivo en el que se celebraron las pruebas de halterofilia de los citados juegos olímpicos. Actualmente este recinto deportivo se ha integrado en el conjunto del equipamiento deportivo del barrio de Sants-Montjuïc.
Paseando por el lugar podemos admirar diferentes estatuas recuperadas de la antigua Exposición Universal que tuvo lugar en esta ciudad en 1929. Así, en el interior del lago podemos admirar la obra de Manuel Fuxà titulada Neptuno, de unos 6 metros de altura y realizada en 1881. Una gran escultura que, como nota curiosa, es copia de la existente en la cascada del Parc de la Ciutadella, también en Barcelona, aunque algunas voces indican que podría ser ésta la original (por lo maltrecha que está) y la del Parc de la Ciutadella una copia.
La Venus moderna se encuentra sentada sobre una roca. La escultura fue realizada por José Pérez Pereseco, también de 1929. Ocupa un lugar privilegiado en medio del césped y frente a las galería. Aprovechamos para tumbarnos a la sombra de los árboles y admirar el entorno. Desde aquí las nueve torres lucen con voz propia.
A nuestra espalda podemos observar la escultura Torso de mujer (Tors de dona), obra que se trata de una copia en bronce del original de Enric Casanovas realizada en piedra en 1947.
Cabe destacar la escultura Bous de l’abundància (Toros de la abundancia) que es de Antoni Alsina (1926). Además en este recinto también hay espacio para la escultura moderna: Podemos contemplar Landa V, de Pablo Palenzuelo (1985) así como Alto Rhapsody (1985) de Anthony Caro, ubicadas ambas al final del espacio sembrado con césped.
Pero también quedan vestigios de la antigua fábrica de la España Industrial en el lugar. Así, el actual casal de niños era la Casa del Mig. También se conserva la arcada de entrada a la fábrica por la calle Muntadas.
También hay lugar para el juego, con cancha de baloncesto, frontón y un área para juegos infantiles.
En definitiva, un espacio diferente a los que estamos acostumbrados en una gran ciudad. Un lugar apartado del centro turístico y con unas estupendas opciones de pasar un rato agradable entre especies vegetales, un medio acuático que seduce enormemente en esta época veraniega y un conjunto de esculturas muy armonizadas con el lugar visitado.
Desde estas líneas os animamos a que lo descubráis. Esperamos que lo disfrutéis, al menos, tanto como nosotros.
Nos vemos en un próximo rincón. Un saludo desde estas líneas.
Localización:
Nota: Todas las fotos que ilustran este reportaje fueron realizadas por mí en agosto de 2016.
©Joan Oliveras. Todos los derechos reservados.
Fantástica entrada, hace años que no paso por allí. Tengo que volver y pasearme
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Algo parecido me ocurre a mi. En una época ya pasada de mi vida paseé bastante por allí pero aquello ya acabó. Ahora no es un lugar de paso habitual y tengo que ir expresamente para allí para poderlo degustar. Además, es uno de esos sitios que tenía ganas de volver por muchos motivos diferentes. Cuando vuelvas espero que lo disfrutes. Un saludo.
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Great shots, I like the way you photographed the premises and documented the whole site.
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Thank you for your words, Greta. It’s a wonderful space in middle of the city.
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