Arte escultórico

Madrid – «Mejor reinar en el Infierno que servir en el Cielo»

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Hoy nos vamos a Madrid, en pleno Parque del Retiro para observar una fuente con una escultura que evoca a Satanás. Un lugar en el que su visita no nos dejará indiferentes y donde, aunque pueda parecer sorprendente para más de uno, hay una singularidad numérica que sólo puede darse en este lugar. Hoy visitamos la Fuente del Ángel Caído.

Ya hace algunos años recorrimos el Parque del Retiro y pasamos por delante de esta fuente, pero no le hicimos caso alguno: ¡cosas de cuando se es más joven! No fue hasta varios meses más tarde de aquel paseo que descubrimos que existía esta construcción en este lugar y decidimos volver allí expresamente a conocerla el día que fuéramos nuevamente a Madrid. Por fin llegó ese día.

La fuente se encuentra muy cerca del acceso al parque por la puerta que lleva el mismo nombre, junto a la calle de Alfonso XII. El lugar es zona de paso y es frecuentado por múltiples personas ya que se encuentra en la intersección del Paseo Uruguay, del Paseo de Cuba y del Paseo Fernán Núñez, todos ellos en el interior del parque.

La figura más importante de la fuente es la estatua del ángel caído que se encuentra en lo más alto de su pedestal. Esta escultura encuentra su inspiración en el poema narrativo escrito por John Milton titulado “El paraíso perdido”, publicado en 1.667, uno de cuyos pasajes da título a este artículo.

En la obra escultórica, Satanás, con una figura trágica, orgullosa y estilizada, a la vez que de aspecto joven y bello, se muestra caído a la tierra una vez que ha sido expulsado del Cielo a consecuencia de una rebelión fallida por obtener su control.

La estatua se encuentra apoyada sobre la base de un tronco en donde podemos contemplar enroscada en uno de sus pies y en un brazo a una serpiente, figura emblemática del mal y símbolo de Satanás.

Vale la pena permanecer de pie enfrente de Satanás y observarlo. Su mirada de consternación fijada hacia el Cielo luciendo sus alas desplegadas es preciosa, además de mostrar la fuerza y el vigor del instante.

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Pero esta estatua no fue la primera: tuvo una precursora. Originalmente la obra fue realizada en yeso por el escultor Ricardo Bellver, en 1877. Al año siguiente se presentó a la Exposición Nacional de Bellas Artes donde ganó la Medalla de Primera Clase. Es entonces cuando se decide trasladarla a París para exponerla en la Exposición Universal celebrada en 1878. Pero se encontraron con que uno de los requerimientos para poder exponerla era que el material usado debía ser de bronce. Con esta circunstancia se decidió volver a realizarla en este material y presentarla. A la finalización de la exposición la escultura volvió y tras diversas discusiones sobre su emplazamiento se decidió ubicarla en un lugar público y visible para todo ciudadano. Y ese lugar escogido es en el que se encuentra en la actualidad.

Lo cual es curioso porque previamente en este lugar existió una ermita, la de San Antonio Abad o San Antón, en época de los Austrias, cuyo triste destino fue el derribo. Más tarde, en tiempos de Carlos III se edificó sobre sus restos la Fábrica de Porcelanas que, a su vez, fue destruida durante la Guerra de la Independencia. En ese espacio se construyó, ya en tiempos de Fernando VII, una fuente (anterior a la actual). Parecía como si el destino estuviera esperando el momento oportuno para poder enclavar en esta tierra esta escultura. Finalmente fue inaugurada en 1.885, en tiempos de Alfonso XII, no sin crear rechazo por una parte de la población madrileña.

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Otra de las particularidades que tiene la fuente es su pedestal. Presenta una base octogonal en la que aparecen en cada lado figuras de demonios (existen dos caras diferentes de los mismos que se van alternando y que se aprecian perfectamente en la imagen) que sujetan pares de figuras tales como lagartos, serpientes o peces. Además, varios surtidores de agua en las mismas caras aportan agua a un enorme pilón que la rodea.

Como ya indicábamos desde un principio, también es interesante conocer que hay una singularidad numérica en el emplazamiento de la fuente, pues se encuentra a una altitud sobre el nivel del mar de 666 metros, conocido número que representa la marca de la Bestia. Es curioso que no pase de ser una simple coincidencia. ¡O no!

Desde estas líneas os animamos a que descubráis este rincón. Esperamos que lo disfrutéis, al menos, tanto como nosotros.

Nos vemos en un próximo rincón. Un saludo desde estas líneas.

Localización:

Nota: Todas las fotos que ilustran este reportaje fueron realizadas por mí en octubre de 2015.  

©Joan Oliveras. Todos los derechos reservados.

14 respuestas »

    • Pues hay otra estatua en Madrid dedicada al diablo. Pero esta vez se ve cómo se estrella contra un tejado. Se encuentra en el cruce entre la calle Mayor y la calle de los Milaneses. Tendrás que levantar la cabeza pues se encuentra, como ya he comentado, sobre un tejado. Un saludo.

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