Hoy nos vamos a descubrir un monumento funerario monumental que es lugar de visita obligada para quien visita la capital de Turquía, Ankara. Es un complejo que sirve para mostrar al mundo todo un símbolo de independencia de un país. Se trata del Mausoleo de Kemal Atatürk.

Aprovechamos que durante este año 2015 se está conmemorando el primer centenario de la Batalla de Gallipoli para rendir un homenaje, en forma de artículo bloguero, de quien fue uno de los artífices de la victoria otomana en dicho conflicto bélico y, también,  posterior primer presidente de la actual República de Turquía.

Pero no vamos a adelantarnos a los acontecimientos y vamos a poner un poco de orden en la historia: esta batalla tuvo mucha importancia y repercusión durante la Primera Guerra Mundial y significó el fracaso de los aliados en tierras otomanas, frente a las tropas turcas y alemanas. Haciendo un breve resumen de la batalla, tropas pertenecientes a los países aliados (entre ellas se encontraban los famosos ANZAC – el Cuerpo de Ejército de Australia y de Nueva Zelanda, en sus iniciales en inglés) y franceses desembarcaron en territorio turco y se encontraron con la firme oposición de las tropas otomanas. Al cabo de varios meses no se consiguió avanzar desde los territorios ocupados en las playas de desembarco y las tropas aliadas tuvieron que ser retiradas a finales de 1915. El fin de la batalla se saldó con unas terribles 250.000 bajas por bando.

El resultado de esta batalla tuvo diversas consecuencias para el futuro estado turco siendo la principal el auge de la figura del general Mustafá Kemal (más tarde conocido como Kemal Atatürk), que desempeñó un papel muy importante en la épica batalla hasta el punto de ser considerado un héroe nacional. Años más tarde se erigió en fundador y primer presidente de la República de Turquía reformando el país.

A su muerte, ocurrida el 10 de noviembre de 1938, se decidió erigir un mausoleo donde descansaran sus restos y poder ser recordado como gran figura emblemática del país. Con el paso del tiempo, este espacio se ha convertido, no sólo en lugar de descanso de los restos del primer presidente turco de la actual república, sino también en lugar de visita obligada para cualquier visitante de la ciudad de Ankara, a la vez que simboliza los ideales que Kemal Atatürk quiso aportar a la sociedad que gobernó.

El complejo funerario (en turco se le denomina Anitkabir) se encuentra situado en lo alto de la colina de Maltepe, un lugar que se divisa desde la ciudad y donde las vistas sobre la misma son muy atractivas. Fue realizado por los arquitectos Emin Onat y Orhan Arda y es uno de los monumentos sepulcrales más importantes que existen en el mundo.

Este mausoleo consta de diferentes espacios que vamos a recorrer:

Aunque tiene varios accesos, la entrada principal se encuentra flanqueada por dos torres de planta cuadrada con paredes de piedra que nos invitan a ascender por sus escaleras de acceso y a trasvasar el espacio que se ubica entre ellas. Aceptamos el ofrecimiento y subimos las escaleras.

En los laterales de las torres, a mano izquierda, un conjunto escultórico con tres figuras masculinas identifica el poder económico del país en forma de una base social basada en la autoridad de los estamentos cultural, agrario, y militar. Del mismo modo, a la derecha, otras tres figuras de mujeres con sus trajes tradicionales se identifican con la nación fértil.

Aquí da comienzo el Camino de los leones, un recorrido de unos 200 metros donde 24 leones hititas flanquean el recorrido simbolizando los 24 clanes de Oğuz, que fueron los ancestros de los turcos, simbolizando la unidad y la integridad del país. Los leones están en posición yacente marcando el carácter pacífico del poder y acompañándonos y sirviéndonos de guía en nuestro camino hacia el edificio principal. Una imagen de dos de los leones del paseo ilustra la portada de este artículo.

Una de las peculiaridades de este trayecto es la atención que hay que poner para cruzar por este camino debido a la distancia en la que están colocadas las baldosas. Hay un hueco de 5 centímetros entre ellas que hace que uno tenga que poner cuidado a la hora de dar los pasos, enlenteciendo el avance. Esta disposición atípica tiene un motivo: obligar a fijarse donde se da cada paso y esto hace enlentecer el discurrir de los andares, haciéndonos dar una muestra de respeto al lugar de una forma inconsciente, respeto que es símbolo de todo este enclave.

Al final del trayecto alcanzamos el Terreno Cerimonial. Es una gran plaza que da acceso tanto al Mausoleo como a diferentes edificios auxiliares. Al fondo de la plaza y frente al espacio abierto donde se divisa, a nuestros pies, la ciudad de Ankara, una alta asta enarbola la bandera nacional turca ondeando firme frente al viento. En este lugar las vistas sobre la urbe son impresionantes.

Después de contemplar toda la extensa explanada, nos dirigimos al mausoleo, un edificio monumental donde se encuentran los restos del dirigente turco. Altas columnas rodean todo el edificio donde su altura es prominente, sobresaliendo de forma importante sobre el resto de edificios auxiliares.

A sus lados y encarados a la plaza, dos muros tallados sobre piedra muestran diferentes episodios de la historia turca.

Las escaleras por las que ascendemos a este edificio tienen 42 peldaños simbolizando los días y las noches que duró la batalla de Sakarya (que duró 21 días con sus 21 noches). Esta batalla supuso el final de la Guerra de la Independencia turca a consecuencia de la cual los griegos abandonaron sus posesiones territoriales situadas en Anatolia y Turquía se convirtió en república (en 1923) liderada por Kemal Atatürk. A raíz de este hecho, a Mustafá Kemal se le añadió el sobrenombre de Atatürk, que significa “padre de los turcos”.

Cruzamos el umbral de la puerta de acceso y penetramos en el interior del edificio donde una gran sala diáfana nos muestra en su lado opuesto el sepulcro simbólico que se exhibe en la habitación. La verdadera tumba se encuentra situada debajo. El silencio de la sala es imponente y el pasar de gente en señal de respeto por delante de la construcción funeraria es continua.

Todo el edificio es una bella construcción arquitectónica y es motivo de visita de dignatarios de todo el mundo.

Ya fuera del edificio sólo nos queda gozar del Parque de la Paz, un terreno que rodea a todo este conjunto y que es una gran muestra natural de diferentes arbustos y árboles del país. Además, este espacio acotado ilustra el título de este artículo: “Paz en casa, paz en el mundo”, que son palabras pronunciadas por Kemal Atatürk. Es un parque que simboliza la paz en forma de naturaleza, donde la harmonía de sus vivos y alegres colores conforman un reflejo de tranquilidad y sosiego.

Hemos comenzado este artículo comentando sobre la guerra y lo acabamos con la paz, una hermosa palabra que pretende ser alegoría de un reflejo seductor de un modo de vivir vacuo de enfrentamientos. Esperamos que lo disfrutéis, al menos, tanto como nosotros.

Nos vemos en un próximo rincón. Un saludo desde estas líneas.

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